Los nombres de archivos

Como hacemos con las personas o las cosas, para identificar a cada archivo le asignamos un nombre. El nombre de un archivo normal tiene dos partes, ambas separadas por un punto: una primera llamada propiamente nombre y una segunda llamada extensión. En el nombre de un archivo no debe haber más que un punto. Veamos un ejemplo:

La parte "nombre"

El nombre tiene que cumplir una serie de requisitos que dependen del sistema de archivos en el que esté almacenado. En general las principales restricciones consisten en el tamaño y en el uso de determinados caracteres. Ante la eventualidad de que el archivo sea movido más adelante a un sistema de archivos más restrictivo es recomendable que asignemos nombres a los archivos pensando en esa posibilidad, o nos encontraremos desagradables sorpresas que pueden consistir desde la aparición de extraños signos en el nombre del archivo trasladado hasta la pérdida de información.

La longitud máxima del nombre de un archivo en la mayoría de los sistemas de archivos es de 255 caracteres, pero aprovechar ese límite haría que fuese difícil identificarlos, es preferible que sean lo más cortos que sea posible.

Algunos de los sistemas de archivos más empleados tienen una serie de caracteres que no están permitidos que son los siguientes:

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Otros signos que es aconsejable no usar son los siguientes:

(*) ¿Deseas saber qué es la codificación de caracteres? Lee este artículo.

Los sistemas de archivos utilizados por los sistemas de la familia Windows no distinguen entre mayúsculas y minúsculas por lo que los archivos prueba.txt y PRUEBA.TXT tienen para ellos el mismo nombre.

Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de asignar nombre a un archivo, especialmente si se prevé que pueda ser movido más adelante a otras computadoras, es el hecho de que cada sistema operativo utiliza su propio juego de codificación de caracteres.